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Visita a los miembros de GSI en Tasmania

Mi rol está ubicado en la intersección de lo global y lo local. Encabezo GSI, una organización que es una iniciativa global con la misión de mejorar la sostenibilidad del sector del cultivo de salmón. Lo conseguimos conectando acuicultores miembros de todo el mundo para que compartan sus desafíos y oportunidades con el fin de disminuir la huella medioambiental y mejorar las operaciones a nivel local, y así, proveer alimentos de alta calidad que nutran el sistema alimentario global. Al conectar lo local y lo global, nos esforzamos por promover mejoras continuas a la velocidad y escala que nuestro sistema alimentario y sociedad requieren.

Recientemente viajé a Tasmania para visitar a algunos miembros de GSI y descubrir más acerca de cómo nuestro trabajo, tanto a nivel global en GSI como a nivel local a través de sus operaciones, está ayudando al sistema alimentario global en forma sostenible y responsable, y simultáneamente, apoyando a la comunidad local. A continuación, comparto lo que aprendí durante mis dos semanas explorando el cultivo de salmón de Tasmania:

Al momento que aterricé por primera vez en Tassie, recordé el gran sabor que tiene el salmón en las localidades: aire limpio, aguas frescas y cristalinas y ecosistemas vibrantes. Todos ellos son recursos preciosos y compartidos que debemos preservar.

En Tasmania, las granjas de salmón suelen estar ubicadas en ciudades pequeñas y remotas, por lo que la industria brinda una oportunidad de trabajo vital para una variedad de empleos, pero, además incentiva a las personas a permanecer locales en lugar de trasladarse a otra zona para encontrar una fuente de trabajo. Aunque estas granjas son “locales”, ellas son operaciones de clase mundial, a la vanguardia en la implementación de nueva tecnología para mejorar la sostenibilidad.

La tecnología y la innovación son cruciales

Mientras recorría las granjas y las instalaciones, inmediatamente observé el enfoque en la tecnología digital y la nueva infraestructura que proporcionan las últimas innovaciones en la gestión acuícola. Esta modernización y enfoque digital son beneficiosos para la salud de los peces, el medioambiente y la seguridad de los trabajadores. Un ejemplo es la alimentación del salmón, que ha pasado a la alimentación por control remoto desde una estación central. Esto posibilita al personal altamente capacitado monitorear el comportamiento individual de los peces con cámaras submarinas y tecnología de inteligencia artificial (IA) para asegurar que tengan la cantidad adecuada de alimento según sea necesario y disminuir el alimento que históricamente puede haber abandonado los corrales. A su vez, esto también significa que cuando ocurren sistemas climáticos intensos, los empleados pueden continuar monitoreando los peces desde la seguridad del centro de control. Este desarrollo intensivo de la digitalización ha sido liderado por Tasmania, donde testearon uno de los primeros programas de IA y desde entonces han compartido sus aprendizajes con otras regiones agrícolas y productoras.

En relación con el tema de los alimentos para peces, Tasmania alberga dos de las empresas más grandes del mundo, lo que ofrece a los agricultores acceso a los conocimientos más recientes en el desarrollo mundial de alimentos para peces. Aún más, en promedio, más del 70% de los ingredientes del alimento para peces se obtienen localmente en Australia, por lo que la huella se reduce drásticamente ya que las materias primas no tienen que desplazarse muy lejos. Además, dada que la ubicación de las granjas y los proveedores de los alimentos se encuentra aquí, existe una capacidad única para colaborar estrechamente en las pruebas de innovaciones en ingredientes de los alimentos para peces. Ambos proveedores de alimentos están trabajando estrechamente con el Aquaculture Stewardship Council (ASC) y su nuevo Feed Standard para asegurar que los alimentos para peces producidos en Tasmania cumplan con los más altos estándares medioambientales y sociales para el suministro responsable. También me encantó la logística de la industria, que traslada pescado fresco al continente en cuestión de horas, lo que significa que los australianos tienen acceso durante todo el año al pescado más fresco, todo de origen local, lo que disminuye significativamente la huella de carbono en comparación a que si fuese necesario importarlo.

Tasmania es conocida por su terreno accidentado y sus hermosos paisajes, pero no todo es fácil. Mientras visitaba algunos de los sitios agrícolas un poco más lejos de la costa, en el área llamada acertadamente Storm Bay, rápidamente fue evidente que algunos de las granjas acuícolas están realmente expuestas a los elementos del medioambiente. Con frecuencia, al verse enfrentados a patrones climáticos de alta energía, que los peces disfrutan, las granjas y los equipos deben soportar algunas de las más duras condiciones del mar que se puedan imaginar. Un ejemplo son los últimos diseños de corrales de Huon. Estos corrales son más amplios y están diseñados para resistir los elementos del medioambiente y al mismo tiempo mantener una menor cantidad de peces dentro de ellos para brindar más espacio y promover un bienestar óptimo. Ésta es una de las razones por las que el salmón cultivado en Tasmania tiene algunas de las tasas de supervivencia más altas, a pesar de las condiciones climáticas impredecibles. Nuevamente, la innovación y la tecnología globales se utilizan para proteger y resistir a los ecosistemas locales.

En este momento, un importante enfoque global es impulsar una mayor circularidad, en especial en las industrias de producción, algo que pude comprobar directamente en Tasmania. Tassal ha construido una instalación de procesamiento que recolecta los subproductos de la industria y, a través de un proceso altamente especializado, separa el aceite de pescado de la harina de pescado para desarrollar ingredientes de alta calidad para alimentos para mascotas. Este tipo de enfoque se traduce en que hay un desperdicio mínimo, una mejor circularidad y la industria de alimento para mascotas tiene acceso a un abastecimiento más sostenible de materias primas.

Y aunque hay muchas más historias prometedoras que podría compartir sobre el cultivo de salmón, al ingresar en Hobart fue difícil no observar una bandera "tóxica" que estaba ondeando sobre el edificio de un periódico local. Es evidente que el sector aún tiene que realizar más trabajo para generar mayor aceptación entre algunos residentes, y tanto los residentes como la industria coinciden en el mensaje de que es necesario un cambio continuo. La realidad es que, para todos los sectores alimentarios, el simple hecho de ser “buenos” no es suficiente para enfrentar los desafíos futuros; debemos seguir mejorando continuamente nuestras operaciones para asegurar un impacto mínimo.

La colaboración y la transparencia hacen una buena pareja

Mi experiencia es que nuestro trabajo global en GSI puede ayudar en esto, conectando a las empresas locales con una red global de expertos para colaborar, compartir y aprender, así como para generar una mayor transparencia. Cada una de las empresas, como parte de su trabajo en GSI, entrega públicamente datos medioambientales clave para compartir el desempeño en tiempo real de sus granjas y el progreso hacia el logro de sus metas. Lo que es igualmente importante es el hecho de que comparten innovaciones que contribuyen a mejoras significativas en la sostenibilidad.

Combinar la colaboración con la transparencia y la innovación es lo que impulsará el logro de los objetivos del sistema alimentario global con acceso a alimentos saludables y sostenibles. La colaboración es esencial: dentro del sector para mejorar el desempeño, con el mundo académico para la investigación y la innovación y con los responsables de la formulación de políticas para alcanzar regulaciones efectivas y justas. Documentar e informar de forma transparente este camino de mejora continua es crucial para construir el sector del futuro.